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Después de una lucha de tres meses, Marco y SeaSol hemos ganado en nuestra campaña contra Jumbo Buffet en White Center.
Todo se empezó cuando Jumbo rechazó dar los descansos, pagar para las horas extras, y, aun, pagar el salario mínimo a Marco. Marco trabajaba entre 10 y 12 horas por día lavando platos y ganaba $60 al día. Significa que el ganaba alrededor de $6 por hora, bastante menos que el salario mínimo según la ley. Cuando Marco confrontó a Kevin, el manager y sobrino del dueño, el simplemente rechazó pagar mas.
Después de cuatro meses Marco dijo, “¡Ya basta!” El aprendió de SeaSol por un amigo suyo, nos llamó, y rápidamente se hizo un miembro. Con Marco nos pusimos de acuerdo encargarnos de la lucha. La entrega de la demanda fue grandote. Nosotros de verdad sacudimos el piso y las ventanas con el aplauso y pisando fuertamente. Con más que 50 personas en apoyo, Marco demandó su pago robado, un total de $4700.
En la primera manifestación, dirigido por Marco, nosotros vencimos el rush del almuerzo, vaciando su estacionamiento en solamente una hora. Nosotros sabíamos cuando el restaurante se ocupaba mas y seguimos nuestra campaña de presión, eligiendo los tiempos mas ocupados: domingo después de la iglesia, viernes por la noches y sábado por las tardes y noches. Cada vez vaciamos, o casi vaciamos su estacionamiento, distribuimos advertencias contra Jumbo a clientes potenciales a otros restaurantes. Causamos que perdieron cientos de dolares cada acción. Lo mas vacío el estacionamiento lo mejor que nos sentimos.
Un gran elemento de nuestro éxito fue el apoyo enorme de la comunidad de White Center. Vecinos llegaban a cada manifestación, tocaban el claxon, guiñándonos, otros negocios en el barrio pusieron advertencias apoyándonos en sus ventanas, y los clientes que fueron allá para comer se fueron cuando escucharon como le maltrataban a Marco. Niños del otro lado de la calle hicieron su propio “Boicot a Jumbo” letrero y lo pusieron enfrente de su casa.
Kevin y Jumbo no tenían ningún idea que nosotros los preparábamos. Pasaron unos meses antes de que se dieron cuenta de que que podríamos cerrar el restaurante permanentemente si no pagaran a Marco y los demás empleados. Cuando se puso bien claro que podríamos destruir su negocio, intentaron negociar, prometiendo mas y mas dinero hasta $3000. En una conversación por teléfono con Kevin, Marco le dijo, “ No seas tonto, Kevin – no negocio con mi propio dinero.” Después de tres meses de manifestaciones, una acción de muchas llamadas coordinadas pidiendo que paguen les dio el empujón al borde. ¡Nos reunimos y Marco recibió todo su pago robado!
Esta lucha fue una lección en solidaridad para todos nosotros. Con el apoyo de la comunidad pusimos un apretón en estos patrones ladrones. La parte mejor fue que ahora Marco es un organizador magnifico – el ya está arreglando luchas nuevas en White Center. En las palabras de Marco, “sin la ayuda de la comunidad de White Center y la ayuda de SeaSol no hubiera sido posible recuperar el dinero que me debían . . . muchísimas gracias a SeaSol y a White Center.”