Tras nueve meses de lucha, la primera ronda de nuestra pelea con Cornell & Associates ha terminado con una victoria para el Comité de Inquilinos de Sterling Manor y SeaSol. Para satisfacer nuestras exigencias, los propietarios han pagado más de $50.000 para arreglar los problemas de moho, deterioro, y plagas que han afectado a Sterling Manor en el norte de Seattle, causando problemas de salud y desencadenando una de las campañas más ambiciosas de SeaSol hasta la fecha. “Es muy importante no dejarnos intimidar y dejar que se violen nuestros derechos,” dice un miembro del Comité de Inquilinos. “Es difícil tomar la decisión de involucrarse en una pelea, pero al fin con el apoyo de otras personas, todo se puede. Y se lo logramos.”
Cornell & Associates, gerente de Sterling Manor, es uno de los propietarios de residencias más grandes de Seattle. Sabíamos desde un que no era probable que se preocupen porque sus inquilinos se enfermaban por falta de reparaciones, al menos si no les afectó sus ganancias. Aun así, no tuvimos idea del nivel de hostilidad con que reaccionarían a nuestras exigencias para una inspección de moho y reparaciones.
Días después de la entrega de nuestras exigencias en agosto de 2013, Cornell & Associates empezaron procesos de desalojo en contra de dos inquilinos de Sterling Manor quienes habían firmado la carta de exigencias. En respuesta, una gran cantidad de volantes con la lema “No alquiles aquí” aparecieron cerca de edificios manejados por Cornell, reemplazados constantemente mientras los managers intentaron bajarlos. Los ratings de los edificios de Cornell en el internet se desplomaron con docenas de críticas francas, y las fotos oficiales de Sterling Manor en Yelp.com fueron reemplazados con tomas de cerca del moho y los chinches que habían en el edificio.
Manifestamos afuera de las oficinas de Cornell cada semana, desplegando un gran cartel con la lema “Cornell is a slumlord (Cornell es un mal propietario)”. Delegaciones llegaron a los vecindarios del ejecutivo de Cornell Bart Flora y la manager de Sterling Manor, informando a los sus vecinos de que a su lado tenían malos propietarios. Compañeros de SeaSol en Florida llevaron el mensaje al vecindario del dueño de Sterling Manor con una visita al pueblo donde él pasaba el otoño e invierno cerca de la playa.
Logramos parar uno de los desalojos a través de la recaudación de fondos para pagar una factura de servicios que estaba bajo disputa. El otro proceso terminó porqué a inquilina, Paula, ya tenía planes de mudarse. Pero Paula siguió involucrada en la lucha: “A pesar de que me corrieron, me decidí seguir luchando para que las personas que entraron a vivir allí no tuvieran que sufrir lo mismo que nosotros cuando vivíamos allí,” dice Paula. “Todavía tengo problemas de salud desde que viví allí.”
Algunos inquilinos sintieron intimidados por las represalias pero los miembros más activos del Comité de Inquilinos agarraron aún más fuerza. Una persona incluso decidió integrarse al comité de organizadores de SeaSol. Dándose cuenta que los intentos de desalojo no nos paraban, la empresa recurrió a su próxima táctica de represalias. Contrataron a un bufete de abogados y demandaron a SeaSol y tres miembros individualizados.
La demanda tenía el fin de disuadir a nuestra gente para participar en los piquetes en frente de las oficinas de Cornell. Empezaron demandando a un miembro, luego un segundo y un tercero. Sus documentos legales enumeraron una serie de personas no-individualizadas bajo los nombres “John & Jane Doe.” Su abogado llegó a una reunión previa a un piquete con unos cuantos papeles legales y sacó fotos de las caras de los manifestantes. Nos sermoneó (hasta que lo callamos) diciendo que si no respondíamos a la demanda, deberíamos automáticamente una gran cantidad de dinero a Cornell, arruinando nuestro crédito. Presumió que SeaSol – una organización sin fondos, sin oficina, sin empleados—no podía aguantar una demanda.
Deberían haberse informado mejor. SeaSol ha sido demandado anteriormente, por Lorig Associates en 2010, y no sólo no nos rendimos, seguimos con la lucha y ganamos nuestra campaña de acciones directas, mientras nos defendíamos de sus ataques legales gracias al apoyo de los abogados quienes nos defendieron sin cobrar. Esta vez estábamos más fuertes y mejor preparados. Sus argumentos estaban sin fundamento: en efecto, Cornell dijo al tribunal que estábamos dañado a su empresa con mentiras sobre problemas de moho en Sterling Manor. Sin embargo, tuvimos fotos de paredes cubiertas de moho, e informes de la Asociación Americana de los Pulmones documentando niveles excesivos de humedad en el edificio. Dentro de unas semanas, contábamos con un abogado excelente (Brendan Donckers de BJT Legal, quien nos había defendido de la demanda de Lorig), y recaudamos dinero para cubrir los gastos de nuestra defensa.
Las manifestaciones en las oficinas de Cornell, que gastaban mucho para parar, no pararon. Tampoco los volantes, ni las manifestaciones cerca de la casa del ejecutivo de Cornell Bart Flora. Mandamos docenas de cartas a los dueños de edificios manejados por Cornell, y empezamos a planificar para una campaña aún más intensa. Según documentos del juzgado, uno de los dueños terminó su contrato con Cornell.
La primera señal de que estábamos ganando vino cuando el dueño de Sterling Manor, Richard Herman, llegó en persona al edificio. Poco tiempo después, se empezó una serie de reparaciones mayores, incluyendo la reinstalación de carpetas y puertas dañadas por la humedad, arreglo de goteras, reinstalación de paredes y remodelación de apartamentos, cocinas y baños para prevenir el moho, y reparaciones al techo.
Desafortunadamente los propietarios no hicieron una inspección independiente de moho para guiar las reparaciones, como habíamos exigido desde el principio. Sin embargo, basado en las observaciones de los inquilinos, creemos que eso ha sido un esfuerzo verdadero y sustancial para arreglar los problemas del moho, no como el trabajo superficial (como pintar encima del mojo) que había sido la regla antes de nuestra lucha. Hasta ahora, más de $50.000 ha sido invertido para estas reparaciones, según documentos entregados al tribunal por los abogados de Cornell & Associates, con la promesa de que este trabajo seguirá.
La demanda de Cornell recibió un fallo no favorable en los tribunales el 4 de abril, lo cual están apelando. Esperamos que esto sea una lección para otras empresas e instituciones que pretendan utilizar el sistema legal para callar las acciones colectivas.
Esperando que las reparaciones en proceso estén llevados a cabo y que no hayan más represalias, estamos dispuestas a declarar la victoria en nuestra campaña en contra de Cornell & Associates. Dado el tamaño y la reputación de Cornell, y nuestra relación vigente con los inquilinos, es posible que tengamos que enfrentarlos de nuevo. Pero por ahora, celebramos una victoria muy merecida ¡Gracias a todas las personas quienes nos han apoyado en esa lucha!